Eres mucho más que simples estados de ánimo

Si alguna vez te has sorprendido a ti mismo cambiando de carácter 4 o 5 veces en un día, mostrándote irascible un rato, seductor más tarde, hundido después... tengo una buena noticia para ti: No eres tan desastre como imaginas. Lo único que ocurre es que no te has dado cuenta de algo importante: Eres mucho más que un simple vaivén de sensaciones.

A partir de ahora, cuando te sientas demasiado afectado por los cambios inexplicables de tu propio entorno, intenta imaginar que puedes contemplarte desde arriba, como si fueras tu alter ego de second life o ese personaje pixelado del habbo hotel. Rápidamente comprenderás que por encima de un estado de ánimo hay una dirección y un sentido personal más profundo que convive inevitablemente con tus impaciencias, llantos, amargamientos y repentinos saltos maníacos de alegría.

¿Qué quiero decir con esto? Que debes asumir que tus cambios de carácter son simples compañeros de viaje de un inevitable proyecto personal de vida. Y que el sentido de un enfado o de una tarde de euforia no se justifica en si mismo. Es por ello que una mala tarde no debe hundirte en el infierno. Ni una buena tarde llevarte necesariamente a tocar el cielo. Son accesorios de un camino mucho más profundo.

Recuerda: Si eres capaz de sentirlo así, lograrás disfrutar mejor de ese "mucho más" que realmente eres. No te puedes imaginar qué rotundo avance significa conseguir aprender cómo canalizar tus emociones. Para mí, es uno de los rasgos más alfa que conozco.