El equilibro no es un fin, es una técnica

Si te has encontrado ultimamente mal o desubicado, es posible que tu cerebro esté quemado por una falta de compensación y equilibrio al que tu mismo has desembocado sin notarlo.
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El apelativo "persona centrada", está muy devaluado hoy día. Parece que asistimos a un estribillo social que nos dice que la espontáneidad y la creatividad solo está de la mano de hipomanías artísticas o pasionales y que la gente centrada es, en manor o menor medida, sosa.

Tonterías.

Aunque es cierto que el concepto aristotélico de la virtud no está muy de moda, quien se acerca a él termina descubriendo a un grato consejero en estos tiempos de tv-realitys quijotescos, incertidumbre emocional e hipotecas imposibles. Para muchos, la felicidad es el encuentro con el equilibrio.

Hoy me dedico a ellos y a todos los que se animen a probar sus mieles.

Nos pasamos media vida esperando un click, un ajuste de media tuerca, que nos abra el cofre de la felicidad y con ello, un equilibrio permanente e idílico. Mientras deseamos algo estamos fuera de equilibrio, y creemos que adquiriéndolo lo vamos a conseguir. Esto, además de ser el recurso comercial de los que mueven el cotarro, es sólo una zanahoria para que sigamos empujando eternamente.

El equilibrio como zanahoria o como herramienta del día a día. Yo tengo infinitamente más fe en lo último. Y por eso creo que hay que tener muy presente esta lista:

Tu relaciones sexuales
Tus relaciones no sexuales
Tus amigos
Tu familia
Tu trabajo
Tu espiritualidad
Tus inquietudes intelectuales
Tus aficiones
Tu salud

Esta es una lista de cosas que deben ser llevadas con inteligente compensación. Y lo cierto es que muchas veces la descompensamos casi a propósito. Al hacerlo, evitamos la muy necesaria diversidad. Centrándonos en sólo una o dos cosas de la lista, provocamos las contradicciones internas suficentes para que nuestro cerebro se sienta "quemado". Y cuando nuestro cerebro se "quema", empieza a pensar mal, desajusta nuestra percepción y nuestra autoestima y todo es, dicho de términos argentinos, un "kilombo" y un primer paso para la crisis.

Apostaría la contraseña de este blog a que gran parte de las personas que se sienten eventualmente mal podrían haber evitado tales vaivenes si hubieran poseido la conciencia o la libertad de equilibrar la lista que os he mencionado arriba.

Igualmente, reconocer y reconducir tus propias descompensaciones puede proporcionarte un placer inmediato. Probadlo.

Pensad por un momento qué grado de equilibrio tiene vuestra lista y procurad compensarlo en estos días. Una llamada a un amigo o una visita a la familia puede ser suficiente para que tu mente se reconduzca hacia una mejor claridad mental, mejorando vuestra autopercepción y permitiéndoos ser más divertidos y creativos en todo.

A veces pensamos que nuestra mente es muy compleja, pero lo cierto es que ella sola se encarga de demostrarnos su sonrisa ante cosas sumamente sencillas.