Seduccion falsificada

¿Besarías a una falsificación de Elsa Pataky? ¿Besaría ella a una falsificación de Adrian Brody?
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Siempre me parecieron curiosos los paralelismos entre la seducción y el marketing de marcas. De hecho, sin darnos cuenta, lo primero que hace cualquiera que empieza a seducir activamente es una especie de plan de marketing personal con una estrategia de diferenciación. Conceptos puramente mercadotécnicos.

A muchas chicas guapas les encantan las marcas aunque no tengan dinero para comprarlas. Una marca tienen entidad más allá del producto que viste. Piensa en las marcas Gucci, Cavalli o Armani: todas tienen algo intangible que las hace seductoras. Al llevar dichas marcas entramos en "la realidad Gucci" o en "la realidad Dolce & Gabbanna". En definitiva, son las marcas las que imponen su marco, son claramente el premio y así son percibidas y deseadas por sus compradores. ¿Te suena todo esto?

Esto ha llegado a un nivel que incluso las falsificaciones orientales de nefasta calidad se venden a destajo. Comprándolas se pone de relieve que nos importa mucho más el desmarque social proporcionado emocionalmente que la propia utilidad del producto. Esto a las marcas les toca mucho las pelotas: sus beneficios no solo se reducen por un descenso de oportunidad, sino que sus clientes fieles dejan de comprar por sentirse masificados y ultrajados con una marca que antes lo desmarcaba y ahora no.

A un seductor, por contra, le puede resultar halagador que lo mimeticen o "falsifiquen". Al fin y al cabo hay muchas mujeres en el mundo y nada de dinero en juego.

Bueno Seriak, dices que las mejores marcas molan pero las falsificaciones también tienen venta, ¿qué debo hacer como seductor?

Pues cada uno deberá decidirlo en función del nivel de seducción en que se encuentre. Para iniciados es buena idea mimetizar casos de éxito. Siempre sin dejar de preocuparse, claro está, por generar un trasfondo propio de identidad y carisma.

Lo que nunca debes ser es un mal falsificador. Eso nunca. A los fieles y poderosos consumidores de la calidad de una marca, les basta con acercarse a media distancia a una mala falsificación para darse cuenta de que es pura basura.

Hay mujeres a las que no les importará que no seas absolutamente diferente. Lo que no van a soportar es que no tengas un mínimo de calidad como hombre. Una chica inteligente se deshacerá muy pronto de unas Rayban de 5 euros compradas en una manta.

Recuerda. Como seductor no es malo mimetizar un estilo o unos recursos ya contrastados, siempre que eso no te separe de tu sentido más genuino de calidad.