Planteando anzuelos (I)

Nada más lejos de mis intenciones el convertir este blog en un recreo para odas gratuitas a musas del día a día. Demasiado fácil. Y sobre todo porque, como muchos ya saben, para mi no existen TB10's ni TB0's. Si buscas bien en la realidad de cualquier mujer tendrá al menos un motivo para parecer atractiva y única a los ojos de alguien, y a su vez, tendrá al menos un defecto para desescalar y dejar de ser atendida. Alégrense las menos agraciadas... pónganse en guardia las más divinas...

Cristina Saavedra es una sólida TB9. Cuando tenía el pelo más corto su impronta no era tan rotunda. Ahora, con ese cuello largo más camuflado por las capas del peinado, la concentracion visual está mejor localizada en su cara. Y al ser bastante guapa ha mejorado. Nunca la he visto con pendientes largos y el pelo recogido, imagino que por exigencias de su profesión, pero seguro que también se vería bastante atractiva.

Como producto audiovisual, una parte de su mensaje personal ya le viene dictado: seriedad, inquietud intelectual, profesionalidad... Seguro que ha aprendido a relajar el tono y la velocidad de las palabras. Pese a todo lo mecánico y preparado de sus intervenciones, a nivel de atracción creo que es bastante magnética (al menos, lo que se ve por la tele)

Cristina Saavedra no tiene, para mi gusto, esa pulsión gestual que tenían los primeros planos de Marlon Brando, evidentemente porque son contextos de contemplación distintos, pero reconozco que pese a eso, me gusta mirarla. Parece ese tipo de chicas inteligentes a la que le gusta regalar flores a sus amigas, algo que siempre me ha parecido, dicho de paso, de una categoría femenina y clase absoluta.

Si algún día me la cruzo le preguntaré por cuáles son sus favoritas. Si no me defrauda su respuesta le mandaré una de mis preferidas al plató y el vínculo de este blog.